No por historia repetida deja de ser aterradora. Una vez más los cerros se inflamaron, esta vez muy cerca de nuestras casas y pueblo. Propiedades arrasadas, entre ellas la de una queridísima amiga, y finalmente detenidas las llamas a escasos metros de la casa que habitan nuestros muy cercanos colaboradores con sus pequeñas hijas. Que hayan resultado directamente afectados quienes están en nuestros corazones no cambia la dimensión objetiva … solo ayuda a sensibilizarnos.
Todo estalló en la noche del jueves 26 al viernes. Convocados por el ulular de las sirenas salieron nuestros bomberos y bomberas a ponerle el pecho a las llamas. Con respeto, no me gusta el apelativo de ‘gladiadores’ para nuestros guerreros, recordando que aquellos eran los que se amasijaban en público hasta morir para divertimento de la plebe en esa época de ‘pan y circo’. No, estos fueron soldados que salieron a defendernos, con todo su pueblo detrás.
Y vale la pena detenerse a reflexionar – brevemente –acerca de qué (mejor quién) es un bombero. Claro, todos sabemos que bombero es quien apaga los incendios, pero a esta definición le falta un detalle y es “… sin preocuparse por quien los produjo o causó.”. En una sociedad acostumbrada a buscar y señalar culpables antes que a resolver los problemas, creo que este es un verdadero ejemplo a seguir. Resolvamos problemas, primero, prevengamos que no vuelvan a ocurrir, luego, reparemos los daños hasta donde sea posible y finalmente, sí, busquemos y castiguemos severamente a los culpables. Ese “espíritu bomberil” es el que urgentemente necesita nuestra sociedad.
También es parte del ‘espíritu bomberil’ la colaboración y solidaridad de los restantes destacamentos: desde Santa María hasta Cruz del Eje todo el Valle de Punilla se unió en esta batalla, incluyendo los que cruzaron las Sierras Chicas desde la Granja para echar una mano. Otro asunto más del que debemos aprender.
Finalmente el otro concepto en que quiero detenerme es el de ‘héroes’. Así los calificamos colectivamente en el sentido homenaje que supimos tributarles en la tarde de ayer. Héroe es el que hace más que simplemente ‘lo debido’. Héroe es quien aún con miedo lo supera y domina para atacar y doblegar la adversidad. Héroes son las mujeres y hombres que nos defendieron de las llamas. Y este sábado fue posible festejarlos a todos, luego de regresados victoriosos y sin una sola baja. Lo cual en un país en que lamentablemente el título de héroe suele ganarse ‘con los pies para adelante’ – desde el sargento Cabral hasta los 44 del ARA San Juan – no es poco y nos causa más que legítima alegría.
Ahora bien, no es fácil ser un héroe. Ya que son nuestros modelos y ejemplos, siempre, siempre les vamos a exigir más y más. Y en este caso lo que pedimos es que nos enseñen a acompañarlos, a ser su equipo de apoyo eficaz cuando salen a batallar contra las llamas y a practicar la prevención constante para que cada vez haya menos incendios, más pequeños y breves.
Hace años residiendo en Japón me dijeron que “los argentinos son muy buenos resolviendo problemas que jamás deberían haber ocurrido” . Tremenda frase que nos puede servir para empezar a practicar la prevención: Si no podemos con la espantosa costumbre de fumar, al menos apagar cuidadosamente las colillas, no hacer fuego en espacios abiertos, no hacer asados en días de viento y aún sin viento tener siempre un balde con agua y un sifón a la mano, desmalezar los terrenos baldíos, reciclar la basura porque con eso la podemos reducir a la tercera parte eliminando la necesidad de quemarla, incluso en beneficio propio y personal porque “los recicladores lo hacen más de una vez” …
Dicen que “el 90 % de los incendios son causados por el hombre … el resto es verso”. Es estrictamente cierto, aún cuando no se refiere exclusivamente a los intencionales … esos que se provocan para ganar tierra de cultivo de soja o expulsar visitantes indeseados. También está la mano del hombre en el cambio climático que en el último siglo redujo las precipitaciones en Córdoba a la mitad (de 900 a 500 mm / año). En introducir especies arbóreas exógenas de rápido crecimiento y consecuentemente fácil combustión (pinos, olmos, álamos y eucaliptus en vez de algarrobos, molles y espinillos). En electrificar sin orden ni control colocando transformadores aéreos en proximidad de árboles fácilmente combustibles o plantar pinos justo al lado del transformador. Y la lista sigue …
Señores bomberos, héroes festejados: Ayudennos a ayudarles. Para que cada vez menos tengan que ‘salir como los bomberos’ a resolver problemas que podrían evitarse.